Sin necesidad de demoliciones , el arquitecto japonés Issei Suma ha rehabilitado un establo de más de 100 años de antigüedad en Tokushima (Japón). Una empresa informática se instalará en el edificio manteniendo intactas la estructura de madera y muros de barro, gracias a la inserción de grandes cajas de acero y vidrio. Los paneles de vidrio permiten distinguir a la perfección la construcción original y los suelos de hormigón ocultan el sistema de calefacción.
Una arquitectura respetuosa y llena de contrastes. En total 40m² que siguen con la línea de apariencia High Tech característica de la empresa, manteniendo la arquitectura patrimonial de la zona.